Lo bueno, lo malo y lo feo de las tarjetas adicionales

Un servicio que pocos conocen.

Comúnmente, hablar de los beneficios de las tarjetas de crédito se limita a hablar de descuentos, puntos, meses sin intereses, etc. Sin embargo, al revisar un poco más a profundidad los beneficios de las tarjetas, es posible encontrar que varias ofrecen tarjetas adicionales, es decir, la posibilidad de obtener más “copias” de nuestra tarjeta principal.

Las tarjetas adicionales son extensiones de una tarjeta de crédito y funcionan para cuando el titular del crédito quiere darle a sus familiares o amigos cercanos su propia tarjeta de crédito. Y aunque parezca la mejor idea del mundo, hay varias cosas a las que debes prestarle atención antes de hacerlo y aquí te contamos lo bueno, lo malo y lo feo de las tarjetas adicionales.

¿Cómo funcionan las tarjetas adicionales?

Estas tarjetas comparten línea de crédito, es decir, si el monto original del crédito es de $10,000 pesos, esa misma cantidad será el límite que tendrán todas las tarjetas, incluyendo la titular y las adicionales.

Pongamos un ejemplo. Juan tiene una tarjeta con un crédito de $10,000 pesos y decide sacar dos tarjetas adicionales, una para su esposa y otra para su hijo. Así, en la primera semana Juan gasta $4,000 pesos, su esposa $2,000 y su hijo $1,500, dejando disponible $2,500 pesos del total.

Lo bueno

Sacar tarjetas adicionales y dárselas a tus familiares más cercanos es una buena oportunidad de ayudarlos a tener el financiamiento que muchas veces necesitan día a día. Además, manejar su propia tarjeta los ayuda a entender cómo funcionan sus finanzas y si actúan de forma responsable, podrán aprender a administrarte.

Para lograr esto último sin poner (tanto) en riesgo tu cuenta, puedes limitar el monto que pueden gastar las otras tarjetas, así no tendrás que preocuparte porque tus hijos te endeuden más de lo que habías planeado.

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Lo malo

Y aunque solicitar tarjetas adicionales puede parecer la mejor idea, también es una forma de evitar que tu familia haga historial. Sabemos que si tienes la posibilidad de ayudar a tus familiares dándoles su propia tarjeta de crédito lo harías, pero debes considerar que si manejan un crédito que depende del tuyo, ellos nunca generarán su propio historial.

En el ejemplo, cuando el hijo de Juan quiera solicitar un préstamo al banco para comprar su propia casa, el banco no podrá dárselo porque no tiene un registro crediticio, ya que todos los movimientos y pagos que hizo con la tarjeta adicional quedaron en el historial crediticio de Juan.

Lo feo

Tú eres el responsable del crédito, pues las tarjetas adicionales son una extensión de tu tarjeta y considerando que tú eres el responsable del uso de la línea de crédito, también tú serás el responsable de los atrasos o deudas que se adquieran con las adicionales.

Volviendo al ejemplo, si el hijo de Juan no ha pagado su parte, el banco buscará a Juan para cobrarle y no a su hijo, pues él es el titular de la tarjeta.

Antes de decidirte a sacar tarjetas adicionales, piensa que los comportamientos negativos de las personas a quienes entregues esas tarjetas se verán reflejados en tu historial crediticio y los atrasos o deudas vencidas únicamente te afectarán a ti.

En Rocket queremos que antes de tomar una decisión financiera consultes la información necesaria para que actúes enterado y estés consciente de las consecuencias de hacerlo.