Descubre si lo tienes.
Todos conocemos a alguien que no puede entrar en una tienda porque apenas lo hace ya está llevándose todo lo de los aparadores. Además de ser una práctica que nos hace llenarnos de cosas que no necesitamos, es una forma de lastimar seriamente nuestras finanzas, porque la mayoría de los compradores compulsivos recurre a sus créditos y terminan acumulando deudas con el banco. A eso se le llama síndrome del comprador compulsivo y su principal consecuencia es que quienes lo padecen se la viven ahogados en deudas.
Y aunque a todos nos gusta comprar y estrenar, la diferencia está en que quienes padecen el síndrome del comprador compulsivo no se preocupan porqué tan saturadas están sus tarjetas y encuentran en el “total, luego lo pago” la excusa perfecta para satisfacer sus ganas de comprar, sin pensar que sólo suman deudas con el banco.
¿Cómo lo descubro?
Puede parecer fácil identificar a estas personas, pero en realidad no lo es tanto. Los siguientes son los síntomas que los identifican:
1. Aman los préstamos
Comprar todo lo que vemos no es cosa fácil y por más que tengamos un trabajo que nos dé un buen salario, no hay cartera que aguante las compras compulsivas, así que ellos recurren a sus tarjetas de crédito para poder financiar sus compras, lo que hace más fácil que presenten deudas con el banco. A veces incluso recurren a la búsqueda de dinero prestado, sólo por cumplir sus gustos y no por necesidad.
2. Falta de ahorro
Como ya te contamos, todo su dinero se va en comprar de todo, desde ropa, gadgets, salidas a comer o a cenar, ir a cuanto evento salga… y eso es caro, así que difícilmente les queda algo para destinarlo a un fondo de ahorro. Y no sólo es eso, pues muchas veces, antes de recibir su sueldo en el trabajo, ya saben en qué van a gastarlo.
Pagar una tarjeta de crédito con otra, ¿se puede?
3. Aman las compras
Es el síntoma más visible de todos y el más fácil de identificar. Sí, a todos nos gusta estrenar, pero la diferencia entre quienes tienen el síndrome del comprador compulsivo y quienes no, se refleja en que estos últimos saben cuándo la capacidad de su bolsillo está para hacer ese gasto. En cambio, quienes lo padecen sufren cuando no salen de casa a hacer compras e incluso hacen de esa actividad su tipo de salida perfecta.
4. Quieren ser los mejores
Muchos de los que sufren este mal están en la búsqueda de ser mejores y encuentran en las compras una sensación de autorrealización y satisfacción. También es común que sientan que lo que poseen es lo que les da valor como personas, lo que hace que se comparen todo el tiempo con otros.
5. Siempre buscan dinero
Aunque viven de deuda en deuda, estas personas trabajan muchísimo para poder comprar todo lo que se les atraviesa, así que es común verlos trabajando horas extra o teniendo trabajos adicionales al suyo.
Como puedes ver, comprar de manera compulsiva tiene serias consecuencias para nuestras finanzas. Lo más recomendable, en estos casos es cambiar esos hábitos de consumo desmedido y hacer consciencia de cuánto gastamos cada mes en cosas innecesarias y pensar en qué con eso podríamos habernos hecho algo más relevante, como irnos de vacaciones o comprado un coche, puede ser un buen motivador.
En Rocket queremos que hagas lo mejor para ti y tus finanzas, por eso te ayudamos a identificar aquellos hábitos que no te convienen y están lastimando a tu cartera.