Puede representar un alivio, pero...
Son muchas las entidades bancarias que están apoyando a sus clientes durante la contingencia del coronavirus a través de diferentes beneficios. Pero además de conocer todas estas facilidades y decidir pedir una prórroga, es importante saber qué implica solicitarla y el impacto que puede tener en nuestro historial crediticio.
Algunas de las propuestas de los bancos consideran no pedir el pago quincenal o mensual de sus préstamos, ofreciendo diferir los pagos por 4 meses o incluso más. Esto puede representar cierto alivio; sin embargo, debemos tomar en cuenta lo siguiente:
1.- No se borran los pagos, sólo se pausan.
Es lo primero que debemos tener muy claro. Los apoyos que brindan los bancos son prórrogas, es decir, periodos en donde se pausan los pagos de nuestros créditos. Durante estos meses se podrá dejar de pagar el crédito pero ese pago tendrá que retomarse cuando el periodo finalice.
2.- Los intereses no desaparecen.
Este es un punto sumamente importante que no muchos conocen. Durante el periodo de la prórroga, el saldo que no estaremos pagando seguirá generando los intereses de forma normal (con la misma tasa) hasta que lo liquidemos en su totalidad.
Es decir, debido a que la línea de crédito sigue viva, va a seguir acumulando intereses normales mientras dure la prórroga.
Cuando tenemos un crédito y no pagamos los intereses normales, los bancos cobran interés sobre interés (intereses adicionales o de morosidad), algo que no sucederá durante este periodo. Sin embargo, sí habrá intereses ordinarios que seguirán corriendo, aunque no se cobrarán como morosidad y no afectarán nuestro historial crediticio.
Por ejemplo, si el total de tu deuda es de $10,000 y tu tasa de interés mensual es del 4%, el primer mes de la prórroga deberás $10,400, el segundo mes tu deuda será de $10,800, el tercer mes de $11,200 y el cuarto mes será de $11,600.
Por lo tanto, al finalizar la prórroga, además de pagar tu deuda ($10,000), tendrás que pagar el acumulado de tus intereses ordinarios ($1,600 según el ejemplo).
Debemos tomar en cuenta que cuando acabe este lapso, debemos pagar el acumulado de nuestros intereses ordinarios.
3.- El saldo no estará congelado.
En la mayoría de las prórrogas las líneas de crédito se mantendrán disponibles al 100%, lo cual puede ser positivo ya que podremos seguir haciendo uso de nuestro plástico. Sin embargo, es de gran importancia que recordemos cuáles son nuestros límites de crédito, pues una vez finalizada la prórroga, además de pagar estas compras, debemos pagar los intereses ordinarios y podemos llegar a tener serios problemas de endeudamiento.
4.- En cuanto a los créditos revolventes…
Para los créditos hipotecarios, automotrices y créditos personales, las prórrogas pueden ser un buen movimiento porque no existe ningún impacto financiero. En este caso los pagos únicamente se recorrerán pero los intereses se congelan.
En Rocket te recomendamos que si no te encuentras en una situación financiera crítica, no solicites una prórroga. Si tus ingresos no se han visto directamente afectados o cuentas con alguna otra forma de seguir pagando tus créditos de forma regular, lo mejor es no hacer uso de estos apoyos.
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