Te contamos lo bueno y lo malo de hacerlo.

Muchas veces pensamos que entre más tarjetas de crédito tengamos nuestras finanzas van a ser mejores, aunque hay casos en los que tener muchas tarjetas se convierte en un problema, pues sólo acumulamos deuda tras deuda y acabamos con nuestro dinero tratando de pagarlas. Cuando estamos en esa situación, pagar tarjeta de crédito nos obliga a hacer malabares con las deudas e incluso a pagar una tarjeta con otra.

Aunque suena complicado, sí es posible pagar la deuda de una tarjeta con el saldo de otra, es decir, cuando tenemos dos tarjetas y tenemos una vencida, podemos recurrir al saldo de otra tarjeta de crédito para pagar esa deuda. Y aunque pueda parecer que es nuestra salvación cuando no tenemos dinero, lo cierto es que hay que ser cuidadosos con la fecha de pago de la segunda tarjeta, pues de lo contrario entraríamos en un círculo de deudas del que es difícil salir bien librado.

Empecemos hablando del lado bueno. Pagar tarjeta de crédito con otra es una buena opción para que cubras tus adeudos sin salirte de tu límite de crédito, es decir, de la cantidad que sabes que tendrías que pagar por ambos plásticos.

Suponiendo que el monto de la tarjeta que quieres pagar es de $3,000 pesos y el de la segunda tarjeta es de $5,000, podrías hacer el pago y aún disponer de un espacio de $2,000 pesos que podría serte útil para otros gastos y no te saldrías del presupuesto que deberías tener destinado para el pago de las tarjetas. Además, cuando lo haces te das más tiempo para poder pagar la segunda tarjeta.

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Otro punto a favor de esta operación es el hecho de que no tienes que endeudarte consiguiendo dinero para pagar la deuda de tu tarjeta y mantienes el mismo nivel de deuda. Muchas veces endeudarse no es el problema, el problema es tener deudas en todos lados y no saber cuál tenemos que pagar primero

Y aunque suena muy práctico, pagar tarjeta de crédito con otra también podría traer consigo consecuencias negativas para tus finanzas. Estos son los dos errores que, si cometes, podrían arruinarte.

1. Acostumbrarte a hacerlo. Si nos acostumbramos a pagar la deuda de una tarjeta con la otra, nunca terminaremos de saldar nuestras deudas y es posible que en algún momento necesitemos el saldo completo de nuestra tarjeta y no tendremos acceso a él porque tenemos una deuda pendiente.

2. No cumplir con las fechas de pago. Es lo peor que podría pasar, pues en cuanto falles en algún pago, comenzarás a acumular intereses que, si tus tarjetas son de distinto banco, podrían ser más altos de los que originalmente tendrías que haber pagado.

Piensa que si no estás pagando el saldo total de tus tarjetas cada mes o si estás haciendo cargos nuevos sobre los que no has pagado, estarás acumulando un saldo cada vez más alto a causa de los intereses y que, más temprano que tarde, le estará haciendo daño a tu historial crediticio.

Recuerda que la forma más segura de mantenerte tranquilo acerca del uso de tus créditos, es cumpliendo en tiempo y forma con tus pagos. Ya lo sabes, en Rocket te acercamos a toda la información que necesitas para hacer el mejor uso de tus créditos.