¿Qué es lo primero que piensas cuando te depositaron la quincena? Si la respuesta es en qué puedes gastarte ese dinero, es probable que en unos días sufras porque ya no te alcanza. Las ganas de gastar dinero en cuanto lo recibimos es uno de los síntomas de que podemos estar gastando más de lo que ganamos.
Hay que decir que la causa de esto se encuentra en nuestros hábitos de consumo, pues nuestra forma de gastar dinero nos lleva a la destrucción de nuestras finanzas; eso ocurre en un instante y casi sin que nos damos cuenta todo nuestro dinero se habrá ido en salidas, compras compulsivas y otros gastos innecesarios.
Si has notado que te sobra mucha quincena al final de tu sueldo, acá te contamos cuáles son las causas de que el dinero no te alcance. Y sí, también te decimos cómo puedes arreglarlo.
1. Gastar inmediatamente
Todos sabemos cuánto ganamos, pero no todos sabemos cuánto gastamos. Es común que muchas personas se pongan a gastar apenas reciben su pago y la muestra está en que tiendas, restaurantes, bares y hasta el súper se encuentran llenos los días de quincena. El problema no es gastar, sino hacerlo sin siquiera haber separado (o pensado) en lo que tenemos que pagar en los próximos días.
La solución
Tener bien presente cuáles son nuestros gastos fijos, es decir, esos que sí o sí tenemos que hacer (renta, teléfono, despensa, pasajes), además de ayudarnos a hacer un presupuesto, nos da un margen de cuánto podemos gastar para satisfacer nuestros gustos y ganas de gastar.
2. No saber cuánto gastas
Salir y comprar no representa un problema por sí mismo, lo que si es un problema es que además de hacerlo no tengamos presente cuánto fue lo que terminamos gastando. Muchos confiamos en nuestra memoria para ir haciendo la cuenta de lo que hemos gastado, pero después varias compras y varias salidas, calcular un monto preciso se vuelve imposible.
La solución
Llevar un registro de cada gasto y compra que hagamos es la única forma de saber con exactitud cuánto dinero hemos gastado. Hacerlo así nos permite llevar un cálculo preciso y con suerte, nos hará darnos cuenta de que estamos gastando de más. Además, ver cuánto dinero destinamos a pagar cosas innecesarias podría ser la motivación que necesitamos para controlar nuestra forma de gastar.
3. No te quedas con las ganas
A todos nos gusta pasarla bien, ya sea saliendo con nuestros amigos a cenar, yendo a cuanto concierto hay o pagando los tragos cada fin de semana. Aprovechar nuestro dinero para divertirnos y disfrutar de experiencias está bien, pero cuando no nos medimos y al otro día revisamos nuestro bolsillo, esa felicidad puede convertirse en arrepentimiento o angustia.
Solución
Para evitar pasar del cielo al suelo financiero, no es necesario privarnos de todo lo que nos gusta, pero sí es necesario medir cómo lo hacemos. Una recomendación ganadora es asignar montos fijos (y no salirte de ellos) para tus salidas con amigos o con tu pareja, así evitas acabarte el dinero de la quincena en una ida al cine, una cena o un brindis.
Tomar el control de nuestros gastos es la mejor forma de evitar gastar dinero en cosas que no necesitamos. Hacer pequeños presupuestos y no salirnos de ellos es una forma de repartir nuestro dinero de acuerdo a la importancia de los gastos que debemos hacer. Los gastos corrientes como la renta o la luz deben ser prioridad en esos presupuestos, al igual que el pago de créditos y otros servicios.
Recuerda que el secreto para llevar mejores finanzas no está en cuánto ganamos y sí en cómo lo distribuimos.